Medidas del BC para darle mayor seguridad y acortar el tiempo del tránsito le han dado una nueva “era”
Cuando en enero del 2008 la Tesorería Nacional anunció que al concluir ese año los pagos del Gobierno se harían en forma electrónica, por transferencias, se pensó que era la “muerte anunciada” del cheque, que ya ese instrumento de pago estaba agonizando.Los más atrevidos o categóricos en sus pronunciamientos vaticinaban que la desaparición del cheque estaba a la vuelta de la esquina y que su uso, luego de la suspensión de la emisión por parte de la Tesorería Nacional, sería algo circunstancial.“Deposítame” y “hazme la transferencia” serían las expresiones que sustituirían la clásica “hazme el cheque”.
Pero la suspensión de la chequera oficial, que implicaba la emisión de unos 450 mil documentos de pagos al mes, no retiró del mercado el deseado instrumento, a veces aceptado con recelos y hasta rechazado en algunos comercios.
Primer impacto
Durante el primer año de la supresión de los cheques gubernamentales, el volumen de ese tipo de instrumento emitido cayó en forma global en casi dos millones de unidades. Pero luego, el volumen se ha estabilizado y aunque numéricamente inferior, los montos pagados por cheques han sido mayores. Ahora se emite menor cantidad de cheques, pero con mayor valor monetario.
En los años 2009,2010 y 2011 el volumen de cheques emitidos se redujo en 6.4%,4.2% y 6.9%, respectivamente. Sin embargo, el valor de los cheques en esos mismos años solo se redujo en el 2009, con un 9.5%, y aumentó en los dos siguientes en 3.6 y 1.0%.
El Banco Central, mientras tanto, ha estado adoptando medidas para hacer del cheque un instrumento más seguro y más ágil, en término de uso de los fondos. La adopción de un formato unificado y la reducción a dos días del plazo en tránsito, son dos medidas que han contribuido a subir la confianza en el cheque y a darle mayor agilidad transaccional.
Antes el tránsito de un cheque, es decir el período que dura en lograr que los fondos estén disponibles, era de hasta 30 días. Ahora es de solo dos días y con trayectoria a bajar a uno. Por la diversidad de modelos era más fácil la falsificación. Actualmente, las empresas impresoras de cheques son pocas y deben estar certificadas como tales.
El esquema parece que busca crear un ambiente de “larga vida” para el cheque, porque hasta por economía y disponibilidad, los que esperan pagos, prefieren que se les hagan vía electrónica, aunque al momento de gastar, paguen en cheques.
Los temores sobre la extinción del cheque se alimentaron también por el gravamen de 0.0015% que se estableció sobre ese instrumento de pago, primero en forma de resolución y luego por ley. Ese impuesto fue creado a partir de la crisis bancaria del 2003. Pero como forma de no discriminar al cheque, la carga se extendió a las demás transacciones financieras.
Cada mes en la economía dominicana se hace un promedio de 2.5 millones de transacciones con cheques. El monto de dinero involucrado promedia los RD$170 mil millones de pesos.
Una proporción importante de los cheques se presenta por ventanilla, es decir que se cambian directamente, y otra parte se presenta vía la cámara de compensación.
La “muerte” del cheque no se ha producido y el instrumento de pago, revalidado por las medidas del Banco Central, tiene una segunda oportunidad. Aún y cuando las transacciones bancarias se expanden, el cheque conserva su espacio como importante medio de pagos.
“Los esfuerzos del Banco Central en agilizar el tránsito de los cheques favorecen el uso del mismo, pero cada día más estamos observando que en las operaciones entre negocios crece el uso de los pagos a cuenta o transferencia, disminuyendo el uso del cheque”, comentó el presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC), Antonio Ramos. Agregó que “esto responde más bien a avances en la tecnología de la información y la mejora en los bancos para hacer estas operaciones mas fáciles y factibles, a la vez que esto ofrece una mayor seguridad, ya que no hay documentos pasando de manos entre diferentes personas”.
La directora de Sistema de Pagos del Banco Central, Fabiola Herrera, explicó que dentro de un contexto mundial marcado por las constantes innovaciones y el desarrollo de los mercados financieros, en la República Dominicana prevalecían debilidades en el uso y manejo de los cheques, que desprotegían e incentivaban a la defraudación de los usuarios de este instrumento de pago.
Dijo que para enfrentar esos problemas, a partir del año 2006, el Banco Central decidió impulsar una profunda reforma en el marco legal y operativo de este instrumento de pago. Con los cambios hechos en el proceso de compensación y liquidación, desde el pasado 9 de abril el tiempo de acreditación de los fondos de los cheques ha sido reducido a dos días laborables después de su depósito.
Estandarización inició en el 2008
La directora de Sistema de Pagos del BC, Fabiola Herrera, dijo que esa institución ha estado trabajando desde el 2008 simultáneamente en el marco jurídico de la Ley de Cheques y en el tema de la estandarización del formato físico del cheque.
Como parte de esa labor se emitió el Instructivo sobre las Especificaciones para la Elaboración del Cheque, el 4 de diciembre de 2008 y modificado el 5 de febrero de 2010.
Ese mecanismo estableció formatos únicos de impresión, así como la obligatoriedad por partes de las entidades de intermediación financiera de contratar empresas impresoras que cumpliesen las especificaciones y requerimientos de seguridad establecidos.
El presidente de la ONE, Antonio Ramos, dijo que “entendemos que la agilización del tránsito de los cheques correspondió a una necesaria mejora tecnológica de la Cámara de Compensación por lo que felicitamos” al gobernador del BC, Héctor Valdez Albizu, y a la “líder del proyecto, Fabiola Herrera, por esta reforma de los procesos y tecnología utilizados por la Cámara de Compensación, que hacen del pago en cheque un medio comparable a sus competidores”, las tarjetas de crédito/débito y las transferencias.