Con el nivel de criminalidad que está empujando al país a una peligrosa fractura social, urge que el Gobierno y los sectores representativos de la sociedad se reúnan para decidir de qué forma, entre todos, se puede enfrentar este fenómeno conturbador.
Hay medidas que el Gobierno puede adoptar directamente dentro de sus amplias atribuciones, mientras los empresarios, las organizaciones profesionales, laborales y barriales, así como las iglesias, están en capacidad de hacer sus propios aportes en toda estrategia destinada a controlar el auge de la delincuencia.
Este es un clamor que se siente en todo el país.
No se puede perder tiempo en esta acción combinada de los sectores público y privado, ya que estamos presenciando el desenfreno de los instintos delictivos y la creciente cuota de muertes, lesionados y traumatizados que provocan los atracos, los ajustes de cuentas en el bajo mundo y el terror que infunden estos desmanes en el ánimo de los ciudadanos.
No podemos quedarnos de brazos cruzados.
Esta es una cumbre de emergencia, de la más alta prioridad nacional, con un único tema y agenda abierta: Cómo enfrentar juntos la delincuencia y trabajar por el rescate del sosiego y la paz.
No se necesitan de muchos protocolos para hacer una convocatoria de esta naturaleza, donde cada sector aporte sus ideas y se comprometa con la línea que se trace.
La delincuencia está desafiando abiertamente la ley y todo nuestro estado de Derecho.
El dominicano comienza a experimentar el síndrome de la sospecha legítima, antesala del pánico, mientras se va desvaneciendo su confianza en las instituciones encargadas de la seguridad y de la justicia.
La delincuencia está afectando el clima de los negocios, la tranquilidad de nuestros barrios, la libertad de tránsito y de diversión y podría agudizarse si todos, gobierno y sector privado, se quedan en actitud de parálisis contemplativa y no toman pronto el toro por los cuernos para dominarlo y vencerlo.
http://www.listindiario.com/editorial/2016/06/07/422116/por-una-cumbre-urgente-sobre-seguridad