En los últimos años, la Avenida Duarte ha experimentado un crecimiento de la competencia comercial, debido a la incorporación de importadoras de ropas lideradas por una gran población de inmigrantes chinos, que mediante la estrategia de vender mercancía al por mayor y detalle y a bajos precios, han creado un hueco entre las tiendas establecidas en la zona desde hace décadas. Los negocios de ropa, calzados, accesorios y afines que se encuentran en esta arteria, han estado sujetos a políticas económicas y ajustes estructurales que han permitido mantener un orden de comercialización ante el surgimiento de nuevas formas productivas de los inmigrantes que, además, se han expandido al sector Villa Consuelo y la calle José Martí. Robert Fernández, presidente de las Asociación de la Avenida Duarte (Asoduarte), asume que los bajos precios en la mercancía de sus competidores se debe a una supuesta evasión de impuestos y al ahorro de un 18% de ITBIS y un 20% de gravamen que un comercio legal paga en aduanas, ya que la mayoría de las importadoras no están registradas ante la Dirección Nacional de Impuestos Internos (DGII) y la Cámara de Comercio. Por lo tanto estos negocios no cuentan con impresora fiscal, no utilizan facturación con el Número de Comprobante Fiscal (NCF), no aceptan tarjeta de crédito, ni cheques; y no están incluidos en el Registro Nacional de Contribuyentes (RNC) (ElDinero.com).